El Flujo de Efectivo y su utilidad en el diagnóstico y la valoración de empresas

Existe una conocida relación entre los activos (lo que poseo y me genera efectivo) y pasivos (mis obligaciones, deudas, compromisos) que tienen las empresas para, llegado el momento poder saber cuál es la situación financiera – económica de mi empresa, y así, determinar mi liquidez y sobre todo la disponibilidad del efectivo para poder invertir o cumplir con las obligaciones, información que nos brinda este flujo de efectivo.

«Un activo es una propiedad que genera para su dueño una corriente de dinero distribuida en el tiempo, es decir, una serie de rentas, sean periódicas o no. Cada una de estas rentas es un flujo de caja o efectivo y el conjunto de todos los flujos configura el movimiento de fondos del activo.» (Perez Carballo Veiga, 2010, pág. 9)

El flujo de caja o de efectivo representa el dinero generado por los activos dentro de un periodo de tiempo determinado y en general es el resultado de la diferencia entre ingresos (ventas, cobranzas, etc.) y egresos (compras, pagos, etc.).

(Corrales, Frias, & Lobo, 2009, págs. 8-11), es bastante claro al explicarnos los tipos de Flujo de Efectivo:

«El flujo de efectivo está formado por dos tipos de recursos relacionados. Uno de ellos conocido como “stock de Recursos Invertidos”, lo llamado Activos, dentro de lo que se puede encontrar Recursos monetarios, Recursos materiales, Gastos a asignar, Recursos abstractos, y “Stock de Recursos Financiados” que considera Fuentes de financiamiento provenientes de terceros, ajenos a la organización, llamado Pasivos, (Fuentes espontaneas, Fuentes onerosas de corto plazo o corriente, Fuentes onerosas de largo plazo o no corrientes) y las Fuentes de financiamiento provenientes de los accionistas o financiadores a riesgo conocida como Patrimonio Neto.»

Para (Perez Carballo Veiga, 2010, págs. 9-10), el Flujo de Efectivo nos dirá lo que ya ocurrió y es también útil cuando lo usamos para pronosticar o proyectar nuestro flujo de efectivo. De igual forma el flujo de efectivo positivo puede ser para una empresa lo que representaría ingresos o puede ser para una inversión individual y este resultado puede ser retirado y usado por el inversionista.

La información financiera destinada a personas ajenas a la empresa se obtiene del Balance, el Estado de Resultados y el Estado de Origen y aplicación de Fondos o de Flujo de Efectivo, pero además existen otros informes como la memoria, las notas al pie del balance y también la opinión del contador y/o analista financiero respecto a la forma como se confeccionan los informes indicados.

Si bien es cierto, el flujo de efectivo es una herramienta bastante práctica y útil para procesar datos, su importancia radica en que nos aporta información confiable y oportuna en materia contable, económica y financiera para tomar decisiones.

De los informes mencionados el Flujo de efectivo nos brinda información sobre la posición de los fondos en un periodo dado y se realiza en la medida en que se hacen los cobros y los pagos en contraste con el Estado de Resultados que nos da informe para medir el desempeño usando para ello el criterio de devengado[1].

Lo que busca una empresa es liquidez[2] y solvencia[3], temas que se pueden observar y controlar trabajando esos datos para elaborar tres grandes informes: Flujos de Fondos Operativos (fondos generados de operaciones diarias, explotación de su inversión productiva), Flujos de Fondos de Inversión (relacionados con los cambios en activos fijos o no corrientes) y Flujos de Fondos de Financiación (modificación en las deudas y el capital social). (Corrales, Frias, & Lobo, 2009)

La nueva economía digital plantea retos en los modelos de negocio y sus estructuras financieras, por lo que se demanda una información oportuna y exacta, entonces la planeación financiera “evaluará el impacto de las decisiones de inversión y financiamiento”. (Meza, 2002, pág. 77)

El flujo de efectivo es una herramienta practica y muy poderosa que la planeación financiera incluye en su proceso, ya que nos permitirá tomar decisiones sobre inversiones estratégicas, sobre la forma de adquisiciones, sobre calificación de las inversiones, sobre políticas de Recursos Humanos a largo plazo, sobre estrategias comerciales y sobre la misma estructura de la empresa.

La planeación financiera, como la planificación (estratégica, operativa) en general, requieren en la actualidad, contar con tecnologías que les permitirán obtener resultados, analizarlos y retroalimentarlos, en base a las decisiones tomadas, en un contexto competitivo y muy agresivo que requiere respuestas rápidas (instantáneas), exactas, oportunas por lo que la inclusión de las TIC (Tecnologías de la Información y las Comunicaciones) en la elaboración de balances, estados financieros, flujos de efectivo es de mucha importancia. Existen muchas formas de incluir las TIC en nuestros procesos, desde la web, aplicaciones móviles, software de gestión, software de oficina (Excel).